El intérprete ofrece un servicio de interpretación que difiere sustancialmente de la traducción. En efecto, esta última es exclusivamente escrita, mientras que la interpretación requiere un conocimiento oral y nemotécnico de los argumentos que habrá que tratar a lo largo de la conferencia, del curso o de la negociación. Por este motivo, a diferencia del traductor, lo ideal es que el intérprete pueda disponer de una semana por lo menos para su preparación, así como sitios web de referencia y los documentos necesarios.
Así pues, al consular con la Agencia de traducción e
interpretación Lionspeech, siempre es oportuno facilitar la siguiente
información:
– Tipo de interpretación: simultánea, consecutiva
o de enlace
– Documentos de referencia
– Número de horas efectivas que habrá que desempeñar
Para entender mejor las diferencias entre los tres tipos de interpretación, facilitamos a continuación una explicación de las distintas actividades:
– Interpretación simultánea: quizás sea el tipo de interpretación más conocido, aunque mucho más difícil de organizar. En este tipo de interpretación, el intérprete dispone de unos cascos y una cabina y debe vehicular el mensaje en otro idioma de manera simultánea, es decir, durante el discurso mismo del orador.
Esta interpretación es costosa, puesto que requiere al menos 2 intérpretes que se alternen, al tratarse de una actividad agotadora que requiere pausas frecuentes para descansar.
– Interpretación consecutiva: en este tipo de interpretación, el intérprete espera a que el orador deje de hablar para repetir en el otro idioma el mensaje transmitido.
A pesar de ser también agotador, el intérprete, en este caso, tiene tiempo de descansar, por lo menos físicamente, durante el discurso del orador.
Su dificultad reside en lograr sincronizar correctamente los tiempos entre el discurso inicial y la interpretación que le sigue.
– Interpretación de enlace: es la que suele utilizarse en negociaciones comerciales. En este caso, el intérprete desempeña el papel de intermediario, intentando conseguir que los dos agentes de la negociación se comprendan plenamente.
Un último tipo de interpretación es el chuchotage (interpretación susurrada), en el que el intérprete se sienta al lado de la persona que ha de comprender el discurso y le traduce al oído, simultáneamente, su contenido, de manera que esta pueda entenderlo.